BIAL ES EL LABORATORIO CON LA PEOR REPUTACIÓN DEL MUNDO SEGÚN LOS PACIENTES
Antonio Portela, CEO de Bial.
Las más de 1.300 asociaciones de pacientes encuestadas lo sitúan como la última de las 46 firmas analizadas.
Más de 1.300 grupos de pacientes de 95 países han participado en la séptima edición de la encuesta Patient View sobre reputación corporativa del sector farmacéutico durante 2017. Se han evaluado 46 compañías a través de 12 indicadores y, si hay una compañía que destaca por abajo, es Bial.
La compañía portuguesa, propiedad de la familia Portela y especializada en sistema nervioso central, enfermedades cardiovasculares, respiratorias y antibióticos, cae dos puestos respecto al ranking del año pasado, cuando aparecía en el puesto número 44.
Clasificación de las compañías farmacéuticas según su reputación. En el cuadro gris a la derecha de cada laboratorio, su lugar en la clasificación del año pasado. Fuente: Patient View.
Cabe destacar, además, que de los laboratorios farmacéuticos que aparecen en las dos últimas ediciones del listado, Bial es el peor posicionado en ambos años. Y es que Stada, Valeant u Hospira, que quedaron por detrás de este laboratorio el año pasado, no aparecen en la clasificación de este año.
El laboratorio con mayor reputación entre los pacientes es Viiv, seguido de Abbvie. Ambos repiten posiciones respecto al año pasado. Gilead, Novartis y Janssen les siguen. El top 10 lo completan Roche, Lundbeck, UCB, Novo Nordisk y Pfizer.
En el otro extremo de la tabla, acompañan a Bial los laboratorios Almirall, en penúltimo lugar, y Gedeon Richter, en antepenúltimo puesto. Servier y Daiichi Sankyo son los otros laboratorios que completan el vagón de cola del ranking.
Durante 2017, las actitudes de los grupos de pacientes respecto al sector farmacéutico mejoraron, después de haber caído en picado, explica el informe. Según los pacientes, estas mejoras se notaron principalmente en tres actividades importantes: enfoque en el paciente (un 35 por ciento de los grupos encuestados lo veía positivo), la integridad del sector (31 por ciento) y el ofrecimiento de servicios que van “más allá de una píldora” (27 por ciento).
Fuente: Redacción Médica
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