El papel de la atención primaria española en la gestión de la pandemia del Covid-19 ha sido, es y continuará siendo crucial. Es uno de los mensajes que este año ha querido lanzar el Foro de Atención Primaria en este 12 de abril, una jornada en la que se celebra el Día de la Atención Primaria.
El Foro recuerda que la atención primaria se sitúa en la base de la curva, tanto en las primeras fases de transmisión comunitaria como en el seguimiento final de las altas hospitalarias y pone el acento en la necesidad de potenciar el primer nivel asistencial como eje vertebrador del sistema.
Las entidades que lo integran suscriben un decálogo que plantea áreas de mejora en el abordaje de la pandemia, pero también reclamaciones históricas que se han de poner sobre la mesa una vez que se controle la crisis sanitaria.
En primer lugar, recuerdan que la AP es el eje del sistema sanitario y así debería ser reconocida a todos los efectos. En este sentido, cuestionan el abordaje hospitalario en gran parte de las regiones españolas, “debido a la imprevisión y minusvaloración del peligro”. Mientras, aseguran que en regiones como Canarias o Murcia, con mayor papel de la primaria en diagnóstico y seguimiento de los pacientes, se ha logrado contener y ralentizar la llegada de pacientes a los hospitales, lo que se traduce en la menor tasa de pacientes confirmados por 100.000 habitantes.
Además, insisten en que en la mayoría de las comunidades, los profesionales del primer nivel se han visto expuestos por la falta de equipos de protección individual para los profesionales, así como por una deficiente gestión de los recursos humanos, en favor de la puesta en marcha de hoteles hospitalizados y macrohospitales de campaña. Además, se han limitado los circuitos de solicitud de pruebas diagnósticas.
“Haber obviado el fundamental e imprescindible planteamiento de asistencia comunitaria para prevenir la extensión de la epidemia nos ha llevado a la situación actual”, aseguran en su manifiesto.
En la misma línea, recuerdan que la primaria debe liderar la gestión de los procesos del enfermo crónico dentro del sistema sanitario y social. Ante la saturación del sistema sanitario, el seguimiento hospitalario de patologías crónicas se ha visto cancelado o postpuesto, lo que hace que los médicos de familia asuman buena parte de sus tareas.
También destacan en liderazgo de la AP en la atención domiciliaria. “En ocasiones se acude a los domicilios sin equipos de protección individual o con algunos de calidad dudosa, exponiéndose al contagio por Covid-19, con importante riesgo para su salud y la de sus familias, como se demuestra en el alto número de casos confirmados en este colectivo”, destacan.
El tercer punto de este decálogo es que los médicos de familia y pediatras han de liderar la toma de decisiones relacionadas con la organización y la gestión de recursos sanitarios.
Por ello reclaman en la estrategia de abordaje de esta pandemia en España, se tenga en cuenta a este nivel asistencial, dotándolo de recursos, en lugar de cerrar centros.
Es indispensable también que puedan disponer de equipos de protección individual homologados, así como de test para detectar a la población de manera más correcta favoreciendo un aislamiento mejor de los casos, y tener accesibles las distintas opciones terapéuticas.
“No entendemos cómo el aplaudido millón de pruebas rápidas de detección de anticuerpos frente al SARS-CoV-2 no va a estar a disposición para que los pediatras y médicos de familia los realicen a sus pacientes”, reivindican.
Otro punto crucial es el acceso desde el primer nivel al catálogo completo de pruebas complementarias.
Con la mirada a medio plazo, los integrantes del foro subrayan que el ejercicio de la medicina en atención primaria debe tener un entorno profesional y laboral atractivo: estabilidad, incentivación, etc.
Recuerdan que a día de hoy muchos profesionales están asumiendo una labor titánica con contratos precarios y con prórrogas de contratos de formación a R4 de Medicina Familiar y Comunitaria y de Pediatría y Áreas Específicas, cuando ya están perfectamente formados.
“La atención primaria española que ha sufrido continuos recortes desde hace años, tal y como lo recomienda la OMS, tiene que reforzarse para hacer frente a esta pandemia”, sentencian.
Otros puntos del decálogo pasan por adaptar las agendas a una asistencia de calidad, con un mínimo de diez minutos por paciente, o por basar la gestión de la incapacidad temporal en criterios clínicos.
Recuerdan también que la receta electrónica debe extenderse a todos los niveles asistenciales y a todo el Sistema Nacional de Salud. Destacan así que la pandemia ha puesto de manifiesto la utilidad para los ciudadanos de la consulta telefónica y su indicación desde todos los niveles asistenciales, tanto el hospital como la urgencia extrahospitalaria o la medicina privada.
Asimismo, recalcan que la receta electrónica permite una prescripción y un seguimiento de la medicación que ha evitado la asistencia de pacientes a los centros sanitarios para la renovación de medicación crónica.
“Es necesario cambiar aspectos tan criticados por los médicos de atención Primaria, como el visado con carácter económico o la incomunicación con los farmacéuticos comunitarios, algo realizado en algunas comunidades autónomas en esta pandemia y que debe continuarse y extenderse a todo el territorio nacional”, recoge textualmente el documento.
Por otra parte, el foro insiste en que la formación en AP debe empezar en la Universidad, con la creación de un área de competencias en Medicina de Familia y la definición de competencias específicas de Pediatría de Atención Primaria en la formación de grado.
Para finalizar, subrayan que se ha de facilitar el acceso de los profesionales del primer nivel a las actividades formativas y promover la investigación teniendo en cuenta las características propias de la atención primaria.
Las sociedades científicas, sindicatos, estudiantes y entidades colegiales que lo integran manifiestan su apoyo y reconocimiento a todos los compañeros, médicos y pediatras de atención primaria, que desarrollan su labor asistencial en esta pandemia. Lo hacen, tal y como destacan, “en muchas ocasiones desprovistos del material de protección individual adecuado a estándares”.
El agradecimiento se hace extensivo “al resto de profesionales de la sanidad y otros trabajadores de sectores estratégicos que están dejándose la piel y la salud para salir de esta crisis”.
Asimismo, lamentan el fallecimiento en acto de servicio de compañeros que, “a pesar de las carencias en materia de protección, han afrontado el riesgo desnudos ante el COVID-19, anteponiendo la asistencia de sus pacientes a su propia seguridad”.
Fuente: Gaceta Médica