Se siguen cumpliendo las previsiones sobre el gasto farmacéutico público por receta del SNS. Este indicador ha encadenado siete meses de crecimiento en el 2017 que acaba de terminar, sin ninguna medida gubernamental que le haya puesto freno.
Concretamente, en noviembre el gasto subió más de un 3 por ciento respecto a 2016, alcanzando los 862 millones de euros solo en este periodo, según datos del Ministerio de Sanidad. Este ascenso ha sido posible gracias, sobre todo, al incremento del gasto medio por prescripción, que ascendió un 2,37 por ciento, hasta los 11,28 euros. También tuvo que ver con este fenómeno el leve crecimiento de las recetas prescritas (que sumaron en noviembre 76.469.811, un 0,71 por ciento más).
De esta manera, desde enero y hasta el undécimo mes del año las comunidades autónomas han gastado en medicamentos dispensados en farmacia comunitaria unos 9.318 millones de euros, un 2,75 por ciento más que en 2016.
De hecho, todo apunta a que el gasto farmacéutico de 2017 se ha cerrado (a falta de que el Ministerio de Sanidad lo confirme) en más de 10.000 millones de euros. Solo es necesario que en diciembre se haya igualado la misma cifra que en 2016, de 843 millones, una cantidad que seguramente se haya superado.
Este techo de gasto no se rompe desde 2011, cuando el gasto farmacéutico anual público sumó unos 11.135 millones de euros, justo antes de que el Gobierno aprobara el Real Decreto Ley 16/2012, con drásticas medidas para reducir esta partida con motivo de las crisis financiera por la que pasaba el país.
Con todo, se espera que esta evolución se frene en enero, que es cuando han entrado en vigor los nuevos precios de referencia con los que las administraciones públicas esperan ahorrar más de 88 millones de euros.
Por comunidades autónomas
Por comunidades autónomas, el mayor incremento del gasto farmacéutico se concentra en los archipiélagos. Baleares y Canarias aumentaron sus partidas en noviembre un 6,47 por ciento y un 4,95 por ciento respectivamente.
En el otro lado de la balanza está Navarra, que fue la única región que logró reducir su inversión en medicamentos (-5,89 por ciento).
Fuente: Redacción Médica