Evolución del gasto sanitario.
El gasto total del sistema sanitario español, entendiendo éste como suma de los recursos públicos y privados, ascendió en el año 2017 a 104.928 millones de euros (74.150 millones financiados por el sector público y 30.779 millones financiados por el sector privado). Esto significa que la media anual de crecimiento del gasto sanitario total en el período 2013-2017 fue de un 2,9 por ciento. El gasto sanitario público presentó una tasa del 2,8 por ciento, mientras que el gasto privado creció de media un 3,2 por ciento anual.
Según el Sistema de Cuentas de Salud, en el último año, el gasto sanitario público se incrementó un 2,6 por ciento y el gasto sanitario privado, un 4,4 por ciento. Es decir, el gasto privado crece 1,8 puntos más que el gasto público.
En el quinquenio 2013-2017, la participación del gasto público en el total del gasto sanitario bajó 0,3 puntos porcentuales, ya que pasó de un 71,0 por ciento en 2013 a un 70,7 por ciento en 2017.
En España, en 2017, el gasto sanitario representó un 9,0 por ciento del producto interior bruto (PIB) —un 6,4 por ciento financiado con recursos públicos y un 2,6 por ciento con recursos privados—
En 2017, las administraciones regionales, con una participación del 92,1 por ciento, son el agente que soportó una mayor carga en la financiación sanitaria pública. Por su parte, las administraciones de la seguridad social —que en este esquema de clasificación están conformadas por las mutuas colaboradoras con la Seguridad Social y las mutualidades de funcionarios (MUFACE, ISFAS y MUGEJU)— contribuyeron al 5,9 por ciento del gasto sanitario público. El menor peso recayó sobre las administraciones locales, un 0,8 por ciento.
Desde 2013, año en que finalizó la tendencia bajista que experimentó el gasto sanitario público durante la última crisis económica en España, el gasto de las administraciones públicas aumentó un 11,5 por ciento.
Sin embargo, desde 2009, el gasto sanitario público disminuyó un 1,8 por ciento, lo que traduce todavía el efecto de las medidas extraordinarias para la reducción del déficit público adoptadas a partir de mayo de 2010. De hecho, entre los mayores descensos del gasto sanitario público, cabe destacar el de los productos farmacéuticos y otros productos médicos perecederos, que, desde el año 2009, cayó un 16,3 por ciento.
Fuente: Redacción Médica