El Gobierno español ha trasladado a Bruselas compromisos de inversión en “tecnologías prioritarias”, como medicina personaliza o IA.
La I+D+I en España se mantiene aún en niveles bajos en comparación con los países de nuestro entorno, por lo que el Gobierno se ha marcado el objetivo de incrementar la inversión pública en I+D “hasta el 2,5 por ciento de los Presupuestos Generales del Estado”, aumentando además el personal investigador y mejorando sus condiciones. Las previsiones que contempla el Programa de Estabilidad 2019-2022 del reino de España incluyen un extenso capítulo para hacer de la política científica un eje transversal en todos los sectores de la economía, impulsando también al esfuerzo privado a través de distintas vías.
Éste es, por ejemplo, el principal objetivo de la Estrategia España Nación Emprendedora, cuyo diseño está ya muy avanzados y que prevé el desarrollo de una Ley de Start ups y reforzar el apoyo a la digitalización y la inversión en tecnologías habilitadoras. El avance científico y tecnológico es, por otra parte, un eje clave en las principales estrategias sectoriales en desarrollo... Entre otras, en el marco de las nuevas Directrices Generales de la “Nueva Política Industrial Española 2030”. Esta estrategia, analizada por el Consejo de Ministros el pasado 22 de febrero de 2019, quiere dar respuesta a los grandes desafíos del sector industrial desde tres grandes iniciativas: un “Pacto de Estado por la Industria” que dé seguridad a las empresas y que favorezca la atracción de nuevas inversiones industriales, una “Estrategia de Política Industrial para España 2030” que defina las medidas necesarias para impulsar el crecimiento del sector industrial español y mejorar su competitividad y “una nueva Ley de Industria” que actualice el marco regulatorio industrial —que data del año 1992— a nuevos retos, como el de la digitalización.
Del 1,2 al 2 por ciento del PIB
El Gobierno es consciente del esfuerzo necesario para llevar la inversión al 2 por ciento del PIB. Los últimos datos remitidos a Bruselas, de 2017, hablan de un peso del 1,2 por ciento, muy por debajo del objetivo nacional 2020. Precisamente en su Agenda del Cambio el Gobierno del PSOE anunció su voluntad de alcanzar “un compromiso de Estado en favor de la I+D+I”, en concordancia con la Agenda 2030 y con el noveno Objetivo de Desarrollo Sostenible, que permita materializar el incremento presupuestario previsto.
Todo dependerá de que se cumpla el esfuerzo de consolidación fiscal que el Ejecutivo quiere mantener hasta 2022 para reducir progresivamente el déficit: desde el 2,5 por ciento registrado en 2018 hasta el 2 por ciento en 2019; el 1,1 en 2020; el 0,4 en 2021 y una situación de equilibrio en 2022. En este contexto de consolidación fiscal, que se mantendrá hasta el final del Programa de Estabilidad, se dará prioridad al gasto relacionado con el mantenimiento del Estado de Bienestar (educación y sanidad), cuyo peso en el PIB fue del 9,9 por ciento en 2017 (último año con datos disponibles de gasto por funciones) así como a las inversiones productivas relacionadas con la investigación, el desarrollo y la innovación.
A ello se unen las medidas que el Ejecutivo ha adoptado en los últimos meses, y de las cuales el Programa de Estabilidad da buena cuenta. En este sentido, se mencionan por ejemplo las medidas aprobadas para asegurar la estabilización y el rejuvenecimiento del personal investigador en los Organismos Públicos de Investigación y en las Universidades, con 1.450 nuevas plazas previstas en la Oferta de Empleo Público de enero de 2019 para la estabilización del empleo temporal en los Organismos de Investigación. Además, el 8 de febrero de 2019 el Consejo de Ministros aprobó el Real Decreto-ley 3/2019 de medidas urgentes en el ámbito de la ciencia, la tecnología, la innovación y la universidad, para facilitar un funcionamiento más eficaz y eficiente del Sistema español de Ciencia, tecnología e innovación, que impulse la transferencia del Conocimiento.
Otro de los grandes apartados previstos en la política científica tiene que ver con el fomento de la inversión en infraestructuras y tecnologías clave. En este sentido, la Agenda del Cambio identifica una serie de sectores que han de servir, según el Programa de Estabilidad, como “palanca de innovación y potenciadores de un crecimiento con un mayor componente tecnológico y alta productividad” e incluye compromisos para impulsar programas específicos de inversión en “TIC disruptivas y con alto potencial tractor” —como el tratamiento de grandes volúmenes de datos— así como la inversión en “tecnologías prioritarias”, entre otros ámbitos, en el terreno de la medicina personalizada o la Inteligencia Artificial.
El marco que acogerá la apuesta científica del Gobierno también está por definirse. En marzo de 2019, el Ministerio de Ciencia, Innovación y Universidades publicó la Estrategia española de I+D+I en inteligencia artificial, como primer paso para el diseño de la Estrategia Nacional de Inteligencia Artificial, e inició los trabajos de elaboración de la Estrategia Española de Ciencia, Tecnología e Innovación.
El Gobierno se ha marcado el objetivo de incrementar la inversión pública en I+D hasta el 2,5% de los PGE
La Agenda del Cambio incluye compromisos de inversión en tecnologías prioritarias, como medicina personaliza o IA
Objetivo: cerrar la brecha de género en ciencia
Uno de los objetivos más destacados en el Programa de Estabilidad 2019-2022 en materia de Ciencia tiene que ver con la atracción y la retención del talento, con especial foco en el talento femenino. La Agenda del Cambio prevé medidas específicas para cerrar la brecha de género en Ciencia. Por ejemplo, en el marco de la revisión del Plan estatal de investigación científica, técnica y de innovación 2017-2020 se prevén medidas de fomento de la vocación científica y otras para evitar la discriminación en los currículos de las investigadoras por los periodos de maternidad, un programa de emprendimiento o medidas recogidas en la Estrategia España Nación Emprendedora para el fomento y la visibilización de perfiles femeninos en el ámbito STEM. El Gobierno ya ha dado pasos al respecto. En noviembre, con la creación del Observatorio “Mujeres, Ciencia e Innovación” para la igualdad de género en el Sistema Español de Ciencia, Tecnología e Innovación; meses después, en marzo, con la presentación del Libro blanco sobre la brecha de género en el ámbito tecnológico.
Fuente: El Global