España es el quinto país europeo con más empleo vinculado a esta industria
La industria farmacéutica se ha convertido en uno de los principales dinamizadores de la economía española recorriendo un camino poco transitado pero esperanzador. Las cifras hablan por sí solas. En España, este sector industrial es el que más invierte en I+D y es el responsable de generar uno de cada cinco euros que se destinan a este ámbito, básico en cualquier economía desarrollada. No solo es motor de innovación, sino que tiene la habilidad de convertirlo en empleo: de calidad e indefinido.
La industria farmacéutica genera en España unos 40.500 empleos directos, de los que casi el 60% son profesionales con estudios universitarios. Es, de hecho, el sector de la alta tecnología con más empleo (un 58% del total), según ha publicado el informe El valor del medicamento desde una perspectiva social, elaborado por el centro de investigación en Economía de la Salud Weber con el apoyo de Farmaindustria.
No solo crea empleo, sino que lo genera a través de puestos indirectos e inducidos por las compañías farmacéuticas como consecuencia de su actividad. En total, más de 200.000 puestos, cifra que supone que por cada empleo directo el sector permite mantener otros cuatro indirectos, un ratio muy similar al europeo. De hecho, España es el quinto país con mayor empleo vinculado a esta industria, ‘top 5’ que comparte con Alemania, Francia, Italia y Suiza.
El papel de la mujer es especialmente relevante en los niveles de mayor responsabilidad donde el empleo femenino registra tasas más elevadas que la media empresarial. En concreto, los comités de dirección de las compañías farmacéuticas cuentan con un 41,3% de mujeres. Es decir, 3,4 veces más que las grandes empresas del IBEX-35, donde apenas supera el 12%. La proporción de empleo femenino ilustra su fortaleza que también tiene un efecto llamada para el empleo joven.
El farmacéutico destaca por su capacidad de generar productividad y valor añadido a la sociedad
Es la industria donde el colectivo de menores de 30 años ha experimentado un mayor crecimiento: uno de cada cuatro nuevos contratos (27,8%) corresponde a jóvenes. “El sector aporta a la economía española un modelo a seguir para favorecer la transformación de nuestro modelo productivo sobre la base de la cualificación, el fomento del empleo de jóvenes, la igualdad entre mujeres y hombres y la innovación como elemento impulsor”, resume el presidente de Farmaindustria, Jesús Acebillo.
Se invierten un total de 1.147 millones de euros en I+D
De todo lo invertido en I+D, hay un dato especialmente relevante, pues casi la mitad de los 1.147 millones de inversión, un 47,2% (542,1 millones), fue a parar a proyectos de investigación desarrollados en colaboración con hospitales y centros públicos y privados de investigación, un 10% más que hace un año. Una cifra que “no solo consolida a la industria europea como principal dinamizador del tejido industrial en España, sino que tiene especial incidencia en la investigación pública”, valora el Acebillo.
Por último, el sector destaca por el papel que juega en otro importante partido: la competitividad exterior. A través de sus exportaciones e importaciones contribuye a la creación de riqueza, sin olvidar “el valor que añade a la economía a través de los impuestos que recauda el estado sobre productos y personal”. Casi 350 empresas fabricantes suman una producción valorada en más de 15.000 millones de euros y las exportaciones se han incrementado un 45% en los últimos 10 años.
Fuente: La Vanguardia