Esteve prepara un giro estratégico que supondrá abandonar el negocio de los medicamentos genéricos. El grupo farmacéutico y químico catalán ha contratado al banco de inversión Lazard para que sondee en el mercado una posible venta de Pensa, su filial para la fabricación de genéricos.
Esteve dio en enero el pistoletazo de salida al proceso. Y, por el momento, todas las opciones están sobre la mesa. Tanto la venta del 100% de la compañía, como la desinversión de una participación minoritaria hasta la búsqueda de alianzas con eventuales socios. El trabajo de Lazard, no obstante, apunta hacia una venta de forma preferente.
Pensa facturó en 2018 281 millones de euros, algo más de un tercio de los 758 millones de ingresos que se embolsó el grupo catalán el año pasado. Un peso similar representa su división química y en torno a un 26% corresponde con la producción farmacéutica de marca propia.
El principal activo de la división de genéricos de Esteve es la planta de Martorelles en Barcelona. El resto de fábricas en España, México y China forman parte de la pata química y quedan al margen del proceso.
Fundada en 2006, Pensa cuenta actualmente con unos 850 empleados, de los cuales 500 están en el área de producción y operaciones. Tiene presencia en 11 países del mundo, especialmente en mercados europeos como en España, Italia, Alemania, Holanda, Portugal y países nórdicos, así como en Turquía y Estados Unidos. El negocio internacional de Esteve ya representa el 73% de la facturación total del grupo.
La venta de Pensa, como publicó Expansión en enero, supondrá un paso más en la reestructuración del grupo que ha acometido la farmacéutica en los últimos años. Recientemente ha nombrado al primer consejero delegado ajeno a la familia, Staffan Schüberg, ha impulsado un ERE y ha decidido vender ya una parte de su negocio de genéricos. Fue un 15% de la irlandesa Highland Pharma, cuyo negocio principal está en China, pero de la que aún retiene un 10%.
Esteve es uno de los grandes laboratorios familiares catalanes junto al de otras sagas como Grifols, Almirall (controlado por la familia Gallardo), Uriach o Ferrer. La compañía fue fundada en 1929 por Antoni Esteve i Subirana, quien abrió una pequeña farmacia de Manresa (Barcelona).
El área de genéricos es un negocio que necesita un gran volumen de fabricación para ser rentable, debido a los márgenes bajos que deja a los laboratorios, y donde la competencia de países como China o India es muy fuerte.
La estrategia de Esteve ahora pasa por iniciar una evolución progresiva hacia un modelo de negocio que tendrá como base productos propios, en ámbitos de medicina de especialista y a enfermedades complejas. Eso supone potenciar tanto la I+D interna, a la que el grupo destina más de 50 millones al año, como posibles compras de nuevas moléculas o compañías innovadoras.
Fuente: Cinco Días