Martín Sellés, presidente de Farmaindustria.
España tiene la oportunidad de convertirse en un hub o punto de concentración de inversiones en el sector farmacéutico, por lo que es clave diseñar una estrategia de país que permita aprovechar los fondos europeos que estarán disponibles para la reconversión industrial tras la crisis sanitaria del coronavirus. Así lo señala el equipo de expertos del Real Instituto Elcano en su informe ¿Recuperación o metamorfosis? Un plan de transformación económica para España, en el que este think tank de estudios internacionales y estratégicos ha plasmado su estrategia sobre qué modelo debe seguir España para salir reforzada de esta crisis.
Las recomendaciones del Instituto Elcano van en línea con las propuestas que realizó hace pocas semanas el presidente de Farmaindustria, Martín Sellés, durante su comparecencia en la Comisión para la Reconstrucción Social y Económica del Congreso y que apostaban por la capacidad que tiene este sector para generar empleo de calidad e igualitario y la posibilidad de potenciar el tejido industrial y la inversión en investigación biomédica en nuestro país.
Los autores del informe, los economistas Federico Steinberg, Miguel Otero Iglesias y Enrique Feás, consideran que la pandemia de la Covid-19 va a tener un impacto económico global aún mayor que el de la Gran Recesión y España se verá particularmente afectada, por lo que aconsejan que el marco político nacional debe estar dispuesto de manera ineludible a transformar el modelo productivo en plena coordinación con el sector privado. Para hacerlo, los expertos proponen que este modelo se apoye en cuatro vectores horizontales: la digitalización, la transición ecológica, la inclusión y la lucha contra la desigualdad, y la internacionalización, en la que el sector farmacéutico juega un papel fundamental, según destaca el informe.
En concreto, los expertos económicos auguran que si la crisis actual produce cierto repliegue de las cadenas globales de suministro y Europa activa una nueva política industrial para ganar autonomía estratégica, "España tiene la oportunidad de convertirse en un hub de inversiones en sectores como el farmacéutico, la ciberseguridad y el automotriz".
"El sector sanitario ha demostrado su carácter crítico, tanto en sus fortalezas como en algunas debilidades que conviene reforzar", aseguran desde Farmaindustria
En este escenario, apuntan, es clave que el país tenga una estrategia bien diseñada que le permita aprovechar los fondos europeos que estarán disponibles para el renacimiento industrial. De este modo, ante el repliegue de ciertas cadenas globales de valor, el informe considera que España “debe intentar atraer inversiones en sectores con ventajas comparativas como el farmacéutico, el automotriz o el agroalimentario, fomentando asimismo la diversificación de los orígenes de aprovisionamiento de productos”.
Esta propuesta coincide con el compromiso adquirido por las compañías farmacéuticas asentadas en España –expresado en la citada Comisión- para incrementar su inversión industrial, creando nuevas plantas de producción de medicamentos en España, modernizando las actuales o ampliando algunas de las 82 existentes. Como recordó Martín Sellés en la Comisión para la Reconstrucción en el Congreso de los Diputados, esta crisis ha puesto de manifiesto "la necesidad que tienen España y Europa de recuperar producción de principios activos y medicamentos que se han ido deslocalizando en países asiáticos en los últimos años. Tan alta dependencia del exterior es un riesgo en un ámbito tan delicado como el del medicamento, y estamos en condiciones de recuperar parte de esa producción perdida. Esto tiene un valor sanitario, pero también económico y social, en tanto permitiría generar tejido productivo, exportación y empleo".
El informe del Instituto Elcano refleja también que ha habido sectores que se han reforzado durante la pandemia por el aumento de su demanda y la capacidad para responder en circunstancias complicadas. En este punto, asegura que, además del sector agrario y la prestación de servicios de energía, agua y telecomunicaciones, "el sector sanitario (7,7 por ciento del empleo), incluyendo el farmacéutico, ha demostrado su carácter crítico, tanto en sus fortalezas como en algunas debilidades que conviene reforzar".
Hay que recordar cómo desde el inicio de la crisis se ha mostrado la capacidad de respuesta de la industria farmacéutica en España. Primero, para evitar problemas de suministro, donde, en colaboración con la Agencia Española de Medicamentos, distribuidores y farmacias, se ha conseguido que los 25 millones de españoles que toman todos los días algún medicamento lo tuvieran a su disposición.
Por otro lado, las plantas de producción han asegurado su funcionamiento a pleno rendimiento, gracias unos planes de contingencia robustos que han funcionado adecuadamente, y las compañías han logrado que los medicamentos que se producen en el exterior llegaran a España en tiempo y forma, evitando acopios por parte de terceros países.
Por último, los expertos consideran igualmente que las inversiones con horizontes de incertidumbre y riesgo razonables pueden dar cabida al capital público en fórmulas de financiación condicionadas a proyectos, pero no a la gestión. Estas inversiones, apuntan, tienen que ver con infraestructuras tecnológicas y energéticas y "planes para sectores específicos, como la inserción en cadenas de suministro en áreas como la agroalimentaria, el automóvil, la farmacéutica y también industrias de maquinaria en sentido amplio que se inserten en consorcios y ecosistemas europeos", aseguran.
Fuente: Redacción Médica