Stefanie Granado, nueva directora general de Takeda en España.
La nueva compañía que han formado los laboratorios Takeda y Shire en España -fruto de la fusión de ambas de farmacéuticas a nivel mundial hace un año- adelgazará su plantilla en España.
Según ha podido saber elEconomista, ambas compañías han presentado un ERE que afectará a alrededor del 10% de los trabajadores de ambas filiales, que en nuestro país suman unos 300 empleados. En concreto, según las fuentes consultadas por elEconomista, de la filial del laboratorio japonés Takeda -con unos 160 empleados en España- los despidos afectarán a unos 23 trabajadores.
La negociación del expediente de regulación de empleo comenzó con los trabajadores de ambos laboratorios el pasado 6 de mayo y se cerró un mes después, el 6 de junio, fecha en la que se presentó oficialmente el ERE. En Takeda todavía están negociando algunos aspectos de los despidos. Las condiciones del ERE, según las mismas fuentes, son las mínimas recogidas por la ley actual más una pequeña compensación según el salario y la edad del trabajador. Los primeros despidos se llevarán a cabo a partir del 30 de junio y el periodo de salidas se extenderá hasta el próximo 30 de septiembre, según las fuentes consultadas.
En España, la nueva Takeda entrará a formar parte del top ten de los laboratorios por cuota de facturación, acercándose a unos ventas conjuntas de 500 millones de euros. En nuestro país, la irlandesa Shire -especializada en enfermedades raras- tenía unas ventas de unos 230 millones, mientras que Takeda -centrada en oncología y neurociencias- factura unos 250 millones al año. Tras la integración, la nueva Takeda en España está dirigida por Stefanie Granado, antes directora de Shire y la sede será la que tenía Shire en el Paseo de la Castellana de Madrid.
El gigante farmacéutico nipón cerró en enero la compra de la irlandesa por un importe de 51.200 millones para dar lugar a la octava farmacéutica mundial del sector según la facturación conjunto. Tras la operación, la compañía japonesa ya anunció que pretendía ahorrar 1.400 millones de dólares (1.190 millones de euros) después de tres años de finalizar la compra y recortar hasta el 7% de la plantilla de ambas empresas, con el despido de hasta 3.600 empleados.
Fuente: El Economista