Cataluña ha sido históricamente el gran polo farmacéutico en España y en especial de la industria de los medicamentos genéricos. Tres de los cinco grandes laboratorios nacionales de este sector, Kern Pharma, Esteve y Ferrer están radicados en esta región, a los que se suman Normon en Madrid y Cinfa en Navarra.
Ahora, los cinco grandes se quedarán en tres. Esteve y Ferrer han decidido abandonar este negocio, que hasta ahora suponía casi el 30% tras la baja rentabilidad de los últimos años. Las dos compañías se centrarán ahora en el desarrollo de medicamentos originales, más arriesgada, pero con mayor proyección de negocio.
Sufren la competencia de las grandes multinacionales como la israelí Teva o la estadounidense Mylan
La industria española de fabricación de genéricos ha sufrido la fuerte competencia de las grandes multinacionales, como la israelí Teva o la estadounidense Mylan. Además, en los últimos años han llegado a España nuevas compañías extranjeras de genéricos que acudieron a la llamada de la subasta de fármacos genéricos en Andalucía, cuyo sistema de bajada de precios expulsó a buena parte de las compañías nacionales de un mercado, el andaluz, que supone casi el 20% del total nacional.
El grupo farmacéutico Ferrer ya ha salido definitivamente del sector de genéricos. La compañía de la familia Ferrer-Salat anunció a finales de 2018 su intención de buscar compradores para sus unidades de genéricos en España, así como de productos químicos y vacunas. Por la venta de estos negocios que suponen un 20% de su facturación, pero que ya no eran considerados estratégicos para la firma, Ferrer espera ingresar cerca de 100 millones de euros. Finalmente, hace semanas, Ferrer llegó a un acuerdo para vender su división de genéricos, cuyos fármacos vendía bajo la marca Tarbis Farma, a la compañía india Hetero, que realizará la adquisición a través de Amarox Limited, su filial en Europa.
Según el consejero delegado de Ferrer, Mario Rovirosa, la venta de su división de genéricos servirá para "enfocarse más en el mercado de productos farmacéuticos de marca, negocio prioritario de la empresa, para poder aportar valor real e innovación a sus clientes".
En el caso de los laboratorios Esteve, la salida del negocio de genéricos aún no se ha concretado. La compañía está estudiando si dar entrada a nuevos socios inversores en la división, vender una parte de la filial o traspasar totalmente el negocio a un tercero. Lo que está claro es que la fabricación de fármacos genéricos ya no es una línea estratégica para la compañía y eso que a día de hoy sigue representando el 37% de su facturación anual, lo que supone 300 millones de los 800 que ingresó en 2017.
Su filial de genéricos, la marca Pensa Pharma, dispone de una planta industrial en Martorelles (a 20 kilómetros de Barcelona) y una red de filiales en Europa y EEUU, emplea cerca de 800 personas en todo el mundo.
La compañía de la familia Esteve está inmersa en un periodo de reestructuración para enfocarse en medicamentos propios. De momento, ha presentado un ERE que afectará al 6 por ciento de su plantilla.
Fuente: El Economista