La industria farmacéutica es uno de los sectores clave de la economía española, tanto por su carácter innovador y su capacidad de inversión en I+D (más de 1.000 millones de euros al año) como por el empleo que es capaz de generar. Según los datos expuestos estos días por Farmaindustria en la inauguración de Farmaforum 2017, la industria farmacéutica genera unos 200.000 empleos en España, de los que más de 37.000 son directos.
Cabe destacar, además, que el 96% de los trabajadores de la industria farmacéutica tienen contrato indefinido y que el colectivo constituye, además, un claro ejemplo de igualdad, pues casi el 50% del total son mujeres, tal y como ha destacado el director técnico de la patronal española, Emili Esteve, durante su intervención en la inauguración del citado foro. “Además nuestra apuesta por el talento, capital humano de la máxima capacidad, es la mejor garantía de que no dejaremos de innovar y generar conocimiento, ni ahora ni en el futuro”, ha añadido. Un buen ejemplo son los 4.200 profesionales de la industria farmacéutica que desarrollan su labor en el ámbito de la investigación y desarrollo, y que representan a más del 11% del total en este campo estratégico.
En la misma línea, la generación de nuevo conocimiento médico y científico es uno de los objetivos de las inversiones en I+D, una prioridad para la industria farmacéutica con actividad en España, que dedicó en 2015 un total de 1.004 millones de euros a este capítulo. “El 40% de estos fondos fueron destinados a proyectos de colaboración con hospitales, universidades y otros centros de excelencia, configurando un tipo de investigación más abierta y competitiva”, ha indicado Esteve.
Una de las claves de este modelo es el Proyecto BEST de excelencia en investigación clínica de nuevos medicamentos, que desde hace más de 10 años fomenta la participación española en proyectos de investigación clínica, y que ya cuenta con las aportaciones de 45 compañías farmacéuticas, 50 hospitales, 13 comunidades autónomas y tres grupos de investigación clínica independiente.
“Todo esto hace del farmacéutico un sector de arrastre en la economía española, un sector en vanguardia que, en un razonable marco de estabilidad, puede contribuir mucho a la necesaria transformación del modelo productivo español”, sostiene el director técnico de Farmaindustria, que aporta otro ejemplo del relevante impacto económico del sector farmacéutico: “Las exportaciones anuales de medicamentos en España alcanzan un montante de 11.000 millones de euros, una cifra récord para nuestra industria y que nos sitúan como el quinto sector exportador de este país”.
EL CÓDIGO DE BUENAS PRÁCTICAS
La transparencia es otra de las claves del sector. En este sentido, Esteve ha destacado que el próximo será uno de los años cruciales desde que en 2002 la industria farmacéutica innovadora pusiera en marcha su sistema de autorregulación, plasmado en el Código de Buenas Prácticas. La nueva versión del Código, aprobada el año pasado, va más lejos en el objetivo de transparentar las relaciones de los laboratorios con profesionales y organizaciones sanitarias, ya que obliga a individualizar totalmente todas las colaboraciones realizadas a partir del 1 de enero de 2017.
“Esta iniciativa, impulsada desde la Federación Europea de la Industria Farmacéutica (EFPIA) y que probablemente no tenga precedentes en ningún otro ámbito industrial, demuestra que este sector se adecua a los tiempos y exigencias actuales, y corrobora que se trata de uno de los más comprometidos con su entorno y su actividad”, ha agregado.
Por otro lado, ha recordado que el sector farmacéutico innovador trabaja siempre partiendo de un claro compromiso de colaboración con las administraciones públicas y el Sistema Nacional de Salud, del que se considera una parte esencial y ha planteado cuáles son los retos a los que se enfrenta actualmente el sector de la industria innovadora en España: poner en marcha las obligaciones que establece la Unión Europea para reforzar las garantías de los medicamentos a través del nuevo Sistema Español de Verificación de Medicamentos (SEVeM) y afrontar la financiación de la innovación.
Fuente: ConSalud.es