Las farmacéuticas representan solo el 0,2% de las empresas industriales del país.
La industria farmacéutica está llamada a jugar un papel crucial en la reactivación económica y social de España. Tras su protagonismo en la lucha global contra la pandemia, al ser el país líder en Europa en ensayos de tratamientos contra el coronavirus, esta industria se perfila ahora como uno los sectores estratégicos para contribuir a la reactivación y a enriquecer el modelo productivo. Las compañías farmacéuticas tienen capacidad de aportar soluciones en tres ámbitos económicos: empleo de calidad, producción propia y exportación, y una apuesta decidida y continuada en el tiempo por la inversión en I+D.
Estos son las grandes armas de este sector en nuestro país, tal como recoge el informe "El valor del medicamento desde una perspectiva social 2021", realizado por la Fundación Weber Salud, con el apoyo de Farmaindustria. Según este detallado análisis, la industria farmacéutica es uno de los principales motores científicos, tecnológicos e industriales de las economías desarrolladas, y genera una relevante contribución a la economía en términos de empleo y valor añadido.
Para los autores del informe, la industria farmacéutica es un pilar fundamental dentro de la economía española, no solo por su capacidad de crear empleo de calidad y su alta productividad sino también por su efecto arrastre en I+D y el aumento de la competitividad exterior que produce en el resto de los sectores de la economía española. Las empresas farmacéuticas representan solo el 0,2% de las empresas industriales del país, pero generan el 2% del empleo, el 2,2% de la cifra de negocios, el 3,3% del valor añadido, el 4,9% de las exportaciones y el 18,9% de la inversión en I+D de los sectores industriales.