Las oficinas de farmacia de Francia contarán a partir de 2018 con un nuevo sistema retributivo que cuenta como principal novedad la introducción de una tasa por acto de dispensación complementaria al margen comercial, y el pago por parte de la Administración de ciertos servicios como el seguimiento y revisión de la medicación a pacientes mayores crónicos y polimedicados.
Sindicatos farmacéuticos galos —que en este país ostentan la capacidad de negociar estos conciertos— y la que sería Seguridad Social francesa (Medicare) firmaron el pasado 20 de julio este nuevo concierto económico para el periodo 2018-2022 (tras casi un año de negociaciones), el cual persigue desligar la rentabilidad de las farmacias de la dependencia exclusiva del margen comercial —neutralizando la bajada de precios de medicamentos— y atribuir, y recompensar, nuevas funciones de estos profesionales. “La Administración ha entendido la importancia de reformar nuestro sector”, ha declarado Guilles Bonnefond, presidente del sindicato USPO que ha firmado el texto (el otro principal sindicato, FSFP, se ha desligado de la firma por su oposición a lo pactado).
El Gobierno francés invertirá en torno a 280 millones de euros en estos cambios retributivos para sus farmacias, de los cuales 215 estarán destinados directamente al abono de las nuevas tasas ligadas a la dispensación. En los próximos años, el acuerdo refleja un descenso progresivo del margen comercial a la par que se introduce (y se actualiza anualmente) una tasa complementaria por cada dispensación, variable según el tipo de medicamento implicado. Así las cosas, frente al margen único del 25 por ciento vigente actualmente, a partir de 2018 se establecen distintos tipos de márgenes según el precio del medicamento (ver gráfico).
La bajada más drástica se producirá en los medicamentos con un precio entre 0 y 1,91 euros PVL, cuyo margen comercial se situará en el 11 por ciento. Otro grupo de medicamentos (entre 1.91 euros y 22,9 euros PVL) verán reducido paulatinamente su margen comercial al 20,7 por ciento en 2018, para seguir aminorando al 12,5 por ciento en 2019 y situarse en un 6,5 por ciento en 2020. Mientras, el margen para los medicamentos entre 0 y 1,91 euros PVL se mantendrá lineal en el 11 por ciento en los años venideros. Para el resto de precios, los márgenes no se han modificado en el nuevo acuerdo (excepto los de coste superior a 1.500 euros, cuyo margen fijo baja de 97,1 a 75,4 euros), así como otras compensaciones que ya existían por ejemplo, ante dispensaciones “complejas”.
La bajada de márgenes tiene su contraprestación en la introducción de una tasa añadida por cada dispensación que realicen las farmacias, siendo éste modelo ‘mixto’ (margen más tasa) la principal novedad del nuevo convenio. Ahora bien, aunque el convenio entrará en vigor en enero de 2018, por “cuestiones técnicas” la introducción de estas tasas se producirá a partir de 2019, si bien el convenio recoge una “cláusula de compensación” para aquellas farmacias que vean reducir sus ingresos en 2018 como consecuencia de la aplicación desde este ejercicio de la reducción de márgenes. “Nos hemos asegurado que esta reforma no tenga ningún perjudicado”, apunta Nicolas Revel, director general del Medicare francés.
Ya en 2019, cada dispensación ‘tipo’ supondrá una remuneración para la farmacia de 0,51 euros. Sin embargo, si la dispensación incumbe a medicamentos ‘especiales’ como pueden ser narcóticos o hipnóticos, la tasa por dispensación se eleva a los 2,04 euros para 2019 y 3,57 euros en 2020 y siguientes años. Esta es la misma compensación que recibiría la farmacia en el caso de “multidispensaciones” en un mismo acto (tres o más medicamentos). Por último, el convenio establece una última tasa de 0,51 euros en 2019 y 1,58 a partir de 2020 para aquellas dispensaciones de medicamentos a pacientes mayores de 70 años y menores de 3 años. Otra de las cuestiones a reseñar es que todas estas tasas son acumulativas entre sí, si se cumplen sus respectivas circunstancias.
Pago de nuevas funciones
Otra de las novedades del nuevo concierto es la apuesta decidida de la Administración por el desarrollo y reconocimiento económico de servicios profesionales. Por ejemplo, se implantará un programa nacional de seguimiento farmacoterapéutico y revisión de la medicación a pacientes mayores de 65 años crónicos y/o polimedicados (cinco o más medicamentos). Las farmacias que participen en este futuro programa serán remuneradas con 60 euros por paciente asignado durante el primer año del seguimiento. Esta cifra bajará en los siguientes años a 30 euros anuales (si en ese tiempo se ha producido algún cambio o introducción de nuevos tratamientos) o 20 euros ante ausencia de nuevos tratamientos.
Asimismo, la Seguridad Social francesa también contempla remunerar con 280 euros anuales a aquellos farmacéuticos comunitarios que participen en equipos multidisciplinares auspiciados por la Administración en el ámbito de la Atención Primaria. Igualmente, se ha destinado un presupuesto de 2,5 millones de euros para la puesta en marcha en las farmacias francesas de programas remunerados de cesación tabáquica, entrega de medicación en el domicilio, etc.. Ahora bien, en estos casos, todavía no se ha planteado una estrategia sobre cómo se articularán estas iniciativas.
Según recientes estudios, la rentabilidad de las farmacias francesas viene cayendo en picado como consecuencia de la bajada de los precios de los medicamentos. Los últimos análisis apuntan a un descenso medio en torno al 3 por ciento de la facturación en el último ejercicio. “El nuevo acuerdo garantiza que esto no vuelva a suceder”, afirma el presidente del sindicato firmante (USPO), Guilles Bonnefond. No se opina igual el presidente del otro gran sindicato profesional galo (FSFP). Su presidente, Philipe Gauthier ha justificado su desvinculación de este acuerdo en que las nuevas condiciones, lejos de mejorar la rentabilidad de las boticas galas, harán perder en torno a 80 millones de euros al año al conjunto de la red. Respecto a 2018 (en el que se trabajará con márgenes más bajos sin aplicarse aún las tasas por dispensación), algunas farmacias “podrían ver caer un 30 por ciento su facturación”, vaticinan.
Fuente: El Global