Algunos participantes durante el encuentro digital.
La experiencia y el liderazgo en la I+D de medicamentos, la capacidad colaborativa y el compromiso con los pacientes explican el papel protagonista de la industria farmacéutica en la lucha mundial contra el Covid-19, que tiene las esperanzas puestas en el desarrollo de tratamientos y vacunas eficaces para controlar la pandemia. Este es el mensaje que trasladó este jueves Farmaindustria en el encuentro digital que, con motivo del Día de la Química, organiza el Foro Química y Sociedad.
A la experiencia y el liderazgo hay que sumar el músculo financiero para poder “asumir el largo, costoso y arriesgado proceso de desarrollo de un medicamento, que no puede afrontarlo cualquiera”, explicó el director de Comunicación de Farmaindustria, Francisco Javier Fernández. Hay que recordar que sacar adelante un medicamento implica una media de 10-12 años y unos 2.500 millones de euros de inversión, y que apenas un 10% de los fármacos que logran alcanzar la fase clínica, en la que ya se prueban en humanos, llegarán un día a estar a disposición de los pacientes.
El proceso de I+D, por otro lado, es cada vez más abierto, colaborativo e internacional, en respuesta a la creciente complejidad de la investigación. La industria farmacéutica lleva largo tiempo avanzando por la vía de la cooperación con terceros. En el caso de España, casi la mitad de la inversión de la industria en I+D se produce en contratos con terceros: hospitales, universidades y otros centros de investigación públicos y privados. “La pandemia ha constatado e incluso acelerado esta realidad –señaló Fernández-. Compañías farmacéuticas, gobiernos y centros investigadores públicos y privados cooperan para ganar tiempo al tiempo en el empeño de dar cuanto antes con medicamentos y vacunas eficaces”.
La industria, finalmente, está comprometida con el acceso de los pacientes a los medicamentos. “Es la razón de ser de las compañías farmacéuticas –señaló Fernández-: desarrollar nuevos medicamentos y contribuir a que lleguen a los que los necesitan. Ambos aspectos son inseparables. De poco sirve dar con el mejor tratamiento si no se pone al alcance del paciente que debe beneficiarse de él”. De este compromiso se derivan hechos como que la industria farmacéutica, a través de su asociación mundial, Ifpma, se comprometiera desde el primer momento con la Alianza Mundial auspiciada por la Organización Mundial de la Salud y por la que la industria se compromete a que las vacunas contra el Covid-19 tengan precios asequibles y un acceso equitativo, y que varias compañías con vacunas en investigación estén fabricando a riesgo, es decir, antes de que su candidata sea aprobada, para tratar ganar tiempo a la potencial distribución posterior.
Fernández extendió a España el protagonismo en la investigación contra el Covid, dado que es el país líder en Europa en ensayos clínicos contra el coronavirus: “Y esto no es casualidad, sino resultado de años de trabajo conjunto entre Administración sanitaria, hospitales, investigadores, pacientes e industria farmacéutica que han convertido a nuestro país en referencia internacional en investigación clínica de medicamentos”.
La investigación, "crítica" en un sistema sanitario de calidad
Sobre esta base apoyó la necesidad y oportunidad que España tiene de sacar lecciones positivas de la pandemia y contar con la investigación biomédica y la industria farmacéutica como ámbitos estratégicos en los que sustentar la salida de la triple crisis sanitaria, económica y social.
“La pandemia nos ha enseñado algo que los expertos ya sabían: que la salud y la economía están estrechamente ligadas. No hay economía sin salud –afirmó el representante de Farmaindustria-. Por tanto, la crisis nos exige reforzar el sistema sanitario de cara al futuro, y eso implica invertir más y mejor y, muy especialmente, impulsar la investigación. No se puede concebir un sistema sanitario moderno y de calidad sin actividad investigadora, y para ello necesitamos un sector farmacéutico fuerte que invierta y dinamice el tejido investigador”.
Fernández insistió en la oportunidad que esto supone para España, que cuenta ya con un sector farmacéutico sólido, líder en inversión en I+D, con casi el 20% del total de la industria española; líder en producción y exportación de alta tecnología, y líder también en empleo de calidad. “A esto hay que sumar que tenemos una posición muy competitiva en investigación clínica de medicamentos frente a otros países –subrayó-. Esto debe ser la base para convertir a España en una plataforma de atracción de inversión en investigación biomédica”, como ya plantean informes como el reciente del Real Instituto Elcano”.
En este sentido, reiteró la “disposición de Farmaindustria a trabajar con la Administración y el resto de agentes sanitarios en una estrategia de país a medio-largo plazo para que España aproveche esta oportunidad no sólo para reactivar la economía, sino para contribuir a la evolución del modelo productivo que necesita un país moderno como el nuestro”.
Fernández, que compartió coloquio con el decano del Colegio de Químicos de Madrid, Ricardo Díaz; la investigadora del Consejo Superior de Investigaciones Científicas Margarita del Val, el catedrático de Bioquímica y Biología Molecular de la Facultad de Ciencias Químicas de la Universidad Complutense Álvaro Martínez del Pozo y la química y divulgadora Deborah García Bello, que actuó de moderadora, animó a mirar hacia adelante, a trabajar en la divulgación científica a la sociedad y a confiar en la investigación, “que será la que nos permita superar este gran desafío y recuperar la normalidad”.
Fuente: Redacción Médica