Investigadora utilizando simulación de gafas de realidad virtual para experimentos químicos (Foto: Freepik)
La alta tecnología tiene una importancia muy relevante para la industria farmacéutica, ya que permite innovar, mejorar y optimizar sus procesos, productos y servicios. De este modo vemos como facilita la investigación y el desarrollo de nuevos fármacos, mejorar la calidad, la seguridad y la eficacia de los medicamentos. Con ello, se reducen los errores, los costes y el tiempo de producción.
Asimismo, la innovación tecnológica ofrece una mejor atención y experiencia a los profesionales de la salud y a los pacientes, y proporciona información científica precisa, personalizada y accesible mientras se produce un aumento de la competitividad, la productividad y la rentabilidad de las empresas farmacéuticas. Esto enmarca la alta tecnología como un factor clave para el desarrollo y el progreso de la industria, ya que contribuye a mejorar la salud y el bienestar de las personas.
La apuesta en el último año por estas tecnologías de vanguardia han permitido alcanzar los 355 mil millones de euros de ventas en 2022 en la Unión Europea. Una cifra que representa un claro crecimiento del 10% en comparación al año anterior. De esta forma, se mantiene la tendencia ascendente de la última década, con el breve paréntesis de la Covid-19 en 2020. Desde 2012, se ha producido un incremento anual promedio del 2,6%, lo que ha supuesto un aumento de 275 mil millones de euros.
La venta de alta tecnología en la Unión Europea en 2022 llegó a alcanzar los 355 mil millones
El pasado año la industria farmacéutica no ha sido la que ha generado el mayor número de las ventas, pese a que años anteriores había sido la protagonista. Tras dos años siendo el sector farmacéutico que mayor beneficio ha generado en este tipo de ventas, su aporte al ámbito de la producción de alta tecnología disminuyó casi un 9,8% entre el año 2021 (33%) a 2022 (22,2%) tras una completa normalización de lo ocurrido con la Covid-19.
En 2022 fue el sector de electrónica y telecomunicaciones el que sumó las mayores ventas con un 26,2%, seguido por la industria farmacia, que generó un 22,2%, y el sector científico que aportó el 20,6%. Juntos estos tres ámbitos supusieron tres cuartas partes de las ventas.
EL IMPACTO DE LA PANDEMIA
La tendencia ascendente de la venta de alta tecnología en su conjunto vivió un breve receso con la llegada de la pandemia de la Covid-19. El 2020 cerró con ventas por valor de 311.000 millones de euros, lo que significó una disminución con respecto al año anterior del 7%, algo que no ocurría desde 2010.
En 2020, por primera vez desde el año 2010, se produjo una disminución de las ventas del 7%
Con todo, ese año la industria farmacéutica se convirtió en la mayor contribuyente en términos de venta de productos de alta tecnología, que ascendió a 97 mil millones de euros. Entre los años 2010 y 2020, el sector farmacia registraba la tasa de crecimiento anual promedio más alta, situándose en un 11,7%.
Durante el año 2021, tras una leve normalización de la situación pandémica, se observó cómo la producción total vendida de alta tecnología en la UE ascendió a 322 mil millones de euros. En este momento, gran parte de este aumento se atribuyó al crecimiento del sector farmacéutico, que incrementó las ventas del sector un 25%, pasando de 97 mil millones de euros en 2020 a 122 mil millones de euros en 2021. Así, se convirtió en el sector que más aportó a este ámbito económico en el año postpandemia, representando un 33% de la producción total vendida de estos productos. Situación que en 2022 ha cambiado, regresando a aportaciones anteriores a la pandemia.
Fuente: ConSalud.es