Paciente siendo atendido por profesionales sanitarios (Foto: Freepik)
Al hablar de enfermedades no transmisibles (ENT) hablamos de todas aquellas que no se pueden contagiar de una persona a otra, como el cáncer, la diabetes, las enfermedades respiratorias crónicas o las enfermedades cardiovasculares. Según los datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS), las ENT afectan a personas de todos los países, independientemente de la edad o la región. Esas afecciones suelen relacionarse a grupos de edad avanzada, pero los datos demuestran que cada año se producen 17 millones de muertes por ENT antes de los 70 años de edad.
Estas enfermedades suponen un gran peso para los sistemas sanitarios, y para lograr una óptima calidad asistencial es necesaria una inversión en tratamientos efectivos. De esta forma, con una disminución de las patologías, a través del uso de medicamentos, se logrará reducir la carga asistencial. Para ello, es imprescindible el papel de la industria innovadora, ya que permite desarrollar fármacos que salvan y prolongan la vida de personas de todo el mundo, aumentando la calidad de vida de los pacientes y mejorando los resultados de salud pública. Con este propósito se permitirá mejorar el acceso y la calidad de los servicios de salud, aunque para ello se tendrán que afrontar retos en el sector sanitario y farmacéutico.
Al respecto se ha referido el director general internacional de la Federación de Fabricantes y Asociaciones Farmacéuticoas (IFPMA), Tomás Cuení, en relación al último informe 'How the innovative pharmaceutical industry helps bridge the care gap': "Lograr una reducción del 25% en las principales enfermedades no transmisibles para 2025 es un objetivo ambicioso. Fortalecer los sistemas de salud para mejorar el tratamiento para las personas que viven con ENT será fundamental para el éxito farmacéutico".
Existen múltiples barreras que dificultan este acceso, desde el alto precio de los fármacos, pasando por la falta de financiación pública, hasta la demora en la aprobación y la distribución
A lo largo de los últimos 10 años, la industria farmacéutica innovadora ha desarrollado más de 470 fármacos para tratar enfermedades como el cáncer, las enfermedades cardiovasculares y la diabetes. A su vez, se encuentran muchos otros medicamentos y otros productos sanitarios en diversas etapas de desarrollo preclínico y clínico que continúan en el proceso de creación. Por otro lado, actualmente la IFPMA realiza más de 3.700 ensayos clínicos para terapias contra el cáncer y 450 ensayos en curso sobre soluciones para enfermedades cardiovasculares. Sin embargo, pese a todos estos esfuerzos, es necesario recalcar que la innovación sin acceso se convierte en un esfuerzo vacío para los pacientes que continúan padeciendo sus enfermedades sin poder lograr un tratamiento
Los sistemas de salud de todo el mundo, especialmente en entornos con recursos limitados, a menudo no garantizan adecuadamente el acceso a vacunas, diagnósticos, medicamentos y atención a quienes los necesitan. Esto implica que para mejorar la salud global son necesarias inversiones en acceso.
Existen múltiples barreras que dificultan este acceso, desde el alto precio de los fármacos, pasando por la falta de financiación pública, hasta la demora en la aprobación y la distribución. Estas barreras tienen consecuencias graves para la salud y el bienestar de las personas, así como para los sistemas sanitarios y las economías de los países. Se estima que facilitar el acceso a la innovación farmacéutica supondría un ahorro potencial para los Sistemas de Salud de los países europeos.
Para que las innovaciones lleguen a las personas y garanticen la mejor calidad de atención y por tanto de los resultados de salud, los expertos señalan que los sistemas sanitarios deben estar preparados para brindar servicios de calidad, satisfacer las demandas cambiantes y gestionar las condiciones a largo plazo. A medida que la industria farmacéutica sigue innovando, los pacientes, especialmente los que padecen ENT, necesitan sistemas de salud preparados para absorber las innovaciones de manera segura y efectiva, y adaptar las vías de atención para satisfacer sus necesidades.
Fuente: ConSalud.es