Reconocer que destinar recursos a los medicamentos no es un gasto, sino una inversión por el triple valor que aporta a nivel sanitario, social y económico es una petición de todo el sector de la industria farmacéutica y en la que ha hecho hincapié Jesús Ponce, presidente de Farmaindustria, durante la presentación de la segunda actualización del informe ‘El valor del medicamento desde una perspectiva social‘.
"La diferencia es que el gasto satisface una necesidad, mientras que con la inversión se pueden conseguir retornos de esa inversión. Y los medicamentos innovadores generan retorno", ha coincidido Pedro Luis Sánchez, director del Departamento de Estudios de Farmaindustria.
Precisamente, Néboa Zozaya, directora de Health Affais and Policy Research de la Fundación Weber, ha apuntado que cuando se habla de medicamentos, hay que tener presente dos visiones: "Cada vez vemos más fármacos, con un precio creciente, pero también se puede ver cómo mejora el bienestar y salud de la población, cómo evita gastos y recursos al sistema, cómo aumenta la productividad laboral o cómo pueden requerir menos cuidados por parte de familiares o cuidadores", ha señalado.
Así, el informe aborda, por un lado, los resultados en salud, es decir, las muertes evitadas, la supervivencia libre de progresión o la calidad de vida, entre otros. "Es el capítulo más extenso del informe", ha apuntado Zozaya. Asimismo, se trata el impacto en costes sanitarios y en pérdida de productividad. Y también se desarrolla la contribución a la economía. "Son los tres pilares de un informe que pretende dar una visión sobre el valor económico, clínico y social del medicamento", ha resumido.
Por su parte, Juan Yermo, director general de Farmaindustria, ha destacado la "sólida evidencia científica" con la que se pone de relieve ese "valor esencial del medicamento" en el informe. De ese modo, ha querido resaltar el aumento de esperanza de vida de los medicamentos innovadores o la reducción de la mortalidad. Y espera que "la nueva legislación, como el Real Decreto de precio y financiación o la Ley de Garantías, reconozcan el verdadero valor del medicamento". Porque, en su opinión, el medicamento es "una herramienta de progreso, cohesión y bienestar social".
En este sentido, Antonio Blázquez, jefe de la División de Medicamentos de Uso Humano de la Agencia Española de Medicamentos (AEMPS), ha apuntado que "realizar un cambio de paradigma de impacto presupuestario a coste-beneficio es difícil" y que, en ocasiones, los evaluadores "aciertan por casualidad". como cuando se vacunó de COVID-19 a toda la población al comienzo de la pandemia: "Teníamos dudas, pero acertamos", ha asegurado.
Para Blázquez, es fundamental que continúen los IPT, "con el nuevo nombre que se les dé en el futuro", así como estudios que "analicen el impacto presupuestario y el coste-efectividad", pero también se debe ganar en transparencia: "Los ciudadanos deben saber por qué se toman las decisiones", ha indicado. Todo ello, ha señalado, se debe implantar en España, a pesar de la existencia de "retos metodológicos, presupuestarios y poco tiempo para realizarlo".
Desde la patronal de la industria a nivel nacional instan a reconocer el medicamento por todo lo que aporta a la sociedad: "Salva vidas y mejora el bienestar, mejora la calidad de vida, aumenta la esperanza de vida...", ha enumerado Ponce. De hecho, ha indicado que un estudio incluido en el informe señala que "el 70 por ciento de las causas del aumento de la esperanza de vida se debe al uso de medicamentos innovadores".
"El 70 por ciento de las causas del aumento de la esperanza de vida se debe al uso de medicamentos innovadores"
"Tenemos una esperanza de 83 años, una de las más altas del mundo", ha recalcado Zozaya, quien ha añadido que se han incluido dos nichos nuevos en el informe: las terapias avanzadas y otras enfermedades inmunomediadas. "En total, hay un conjunto de 19 enfermedades sobre las que se aborda toda la evidencia publicada", ha indicado.
En este sentido, los nuevos fármacos también tienen un alto impacto en la población con enfermedades que suponen una alta carga asistencial. "En el ámbito oncológico, entre 1996 y 2006, el 96 por ciento de las razones del aumento de la esperanza de vida en pacientes oncológicos es por medicamentos innovadores", ha afirmado el presidente de Farmaindustria.
En este contexto, Mara Dierssen, presidenta del Consejo Español del Cerebro, ha puntualizado que la carga de discapacidad más alta se produce en enfermedades neurológicas y neuropsiquiátricas, por lo que la necesidad de conseguir fármacos innovadores para estas patologías es "brutal". Así, ha destacado el enorme impacto sobre los pacientes al "mejorar los síntomas en cuanto a la dependencia, que es progresiva en estos trastornos, además de la carga emocional y física en las familias".
Asimismo, Ponce ha añadido que los medicamentos innovadores contribuyen a "reducir desigualdades sociales, fortalecer las redes familiares y empoderar a los pacientes para que puedan tomar decisiones en salud". Por ello, ha instado a trabajar para hacer accesibles los medicamentos innovadores a toda la población. "Nuestro propósito es innovar para las personas", ha concluido.
Por otro lado, además de ese impacto social del medicamento, cabe destacar el valor económico. "Genera empleo de calidad y fortalece tejido productivo, además de su alto componente de investigación y desarrollo, que hace que seamos el sector que más dedica a I+D", ha expuesto Ponce. "Es una inversión estratégica para nuestra sociedad, nuestro país y para Europa", ha agregado.
Además, Yermo ha incidido en "el buen uso del medicamento y la adherencia del medicamento, donde Farmaindustria lleva tiempo trabajando". Y ha arrojado los siguientes datos expuestos el informe: "Solo tratando cuatro patologías y aumentando un 10 por ciento la tasa de adherencia, se conseguirían grandes ahorros económicos", ha afirmado.
En este sentido, el medicamento es "una pieza fundamental para la sostenibilidad del sistema". "En un estudio recogido en el informe, cada euro dedicado a vacunación infantil ocasiona 22 euros de ahorro en gastos directos en el sistema", ha indicado el Ponce. En Estados Unidos, según otro estudio, por cada dólar invertido en vacunación infantil, se consigue 7,5 dólares de ahorro para el sistema sanitario y 2,8 dólares para la sociedad. Además, Yermo ha mencionado que "la vacunación COVID-19 en España representó ahorros de casi 5 euros por cada euro invertido".
"La vacunación COVID-19 en España representó ahorros de casi 5 euros por cada euro invertido"
Y es que en el capítulo sobre ahorro en costes directos e indirectos se habla del "poder de la vacunas", tal y como ha expuesto Zozaya. En definitiva, Zozaya ha señalado que "invertir en medicamentos tiene un potencial efecto de compensación".
Para Sánchez, todo se trata de una cadena: "Los medicamentos aportan un valor clínico para la salud de los pacientes, que tiene impacto sobre el sistema sanitario reduciendo costes y todo eso afecta a la productividad económica y al crecimiento económico", ha apuntado.
Por ello, también tiene un gran valor para la industria. Y, en este sentido, Álvaro Hidalgo, presidente de la Fundación Weber, ha instado a "ser capaces de no ser dependientes del exterior en la producción de medicamentos esenciales". Y es que "es un sector clave para los próximos años", algo que se puso aún más de relieve tras la pandemia de COVID-19.
De hecho, Zozaya ha hecho hincapié en que la industria es "motor de empleo", pues genera más de 51.000 puestos de trabajo directos y, además, es empleo cualificado. "En términos de valor añadido, es el segundo sector con mayor productividad por empleado; es referente en innovación y desarrollo: en 2022 realizó una inversión de más de 1.435 millones de euros en I+D+i, lo que supone un 23 por ciento más que en 2018; y, además, tiene efecto tractor sobre otros sectores", ha recalcado.
Fuente: El Global