En los últimos años, las fusiones y adquisiciones en el sector farmacéutico han alcanzado niveles récord. A menudo, estos acuerdos se han centrado en tratamientos oncológicos, para enfermedades raras y para trastornos del sistema inmunológico, ya que se trataba de áreas de investigación que estaban obteniendo muy buenos resultados en ensayos clínicos y enormes beneficios al llegar al mercado. Tras un sólido comienzo de la actividad de fusiones y adquisiciones en el sector, en el tercer trimestre de 2024, el sector experimentó una notable desaceleración en su actividad de fusiones y adquisiciones (M&A, por sus siglas en inglés). Según recoge un nuevo informe elaborado Evaluate Pharma, entre julio y septiembre se registraron únicamente 22 operaciones, con un valor combinado de 7.548 millones de euros, marcando el segundo trimestre consecutivo de descenso en el valor y volumen de las transacciones en esta industria.
El documento refleja que esta caída es especialmente significativa si se compara con el dinamismo observado en trimestres previos y refleja una tendencia de moderación en las operaciones, en contraste con el acelerado ritmo que caracterizó el cierre de 2023 y el inicio de 2024. El año pasado, la industria farmacéutica llevó a cabo transacciones de gran calibre, siendo el cuarto trimestre uno de los más activos en la última década, con 49 operaciones, incluidas varias con valor superior a los 9.205 millones de euros. La tendencia continuó en el primer trimestre de 2024, con un abultado total de 54 operaciones, entre las que destacó la adquisición de Catalent por parte de Novo Nordisk por 15.189 millones de euros, convirtiéndose en una de las operaciones más grandes de los últimos años.
Sin embargo, en el segundo trimestre de 2024 se observó una moderación: aunque se registraron 38 operaciones, solo se alcanzó un valor total de aproximadamente 18.422 millones de euros. Entre ellas, la adquisición de Alpine Immune Sciences por parte de Vertex Pharmaceuticals por 4.513 millones de euros fue la operación más significativa. "Esta disminución en la actividad parece haberse acentuado en el tercer trimestre, donde tanto el volumen como el valor total de las transacciones fueron inferiores, siendo este último el más bajo registrado desde el primer trimestre de 2022", precisa el documento.
El trimestre pasado, con 22 operaciones valoradas en 7.591 millones de euros, igualó el número de operaciones del primer trimestre de 2020, marcando un nuevo mínimo en términos de cantidad de transacciones. En términos de valor, solo una operación superó los 1.842 millones de euros, lo cual muestra una clara tendencia hacia adquisiciones de menor escala y, en muchos casos, con menor riesgo. La adquisición más destacada de este periodo fue la compra de Morphic Therapeutic por parte de Eli Lilly por un valor de 2.948 millones de euros. Esta adquisición fue estratégica para Lilly, ya que la compañía busca fortalecer su cartera en el área de enfermedades gastrointestinales.
El documento identifica que este descenso en la actividad de fusiones y adquisiciones farmacéuticas puede atribuirse, en gran parte, a las condiciones financieras adversas que enfrentan muchas compañías del sector. "Mientras que las grandes farmacéuticas continúan teniendo acceso a un importante capital, las pequeñas y medianas han encontrado dificultades para obtener financiamiento en condiciones favorables", remarca. "Este contexto hace que las grandes farmacéuticas se vean obligadas a priorizar las adquisiciones que puedan generar sinergias estratégicas de manera más inmediata o que tengan menos riesgo de sobrevalorar", añade.
Los últimos años han sido volátiles para el sector farmacéutico en términos de fusiones y adquisiciones. La última gran fusión lugar en el primer trimestre de 2023, cuando Pfizer adquirió Seagen por un valor de 39.599 millones de euros. Desde entonces, no se han concretado adquisiciones de esta magnitud, y "los datos recientes sugieren que las grandes compañías están enfocando sus estrategias en transacciones de menor escala, posiblemente para mitigar el riesgo en un entorno económico incierto", explica el documento.
La tendencia en la actividad de fusiones y adquisiciones en el sector refleja también una preferencia por operaciones enfocadas en áreas terapéuticas específicas. "La adquisición de Morphic por Lilly en el tercer trimestre es un ejemplo claro de esta estrategia, pues busca incrementar sus activos en una categoría específica de enfermedades", argumenta el consenso de Evaluate Pharma. "Este enfoque en objetivos más específicos y menos costosos podría ser un reflejo de la necesidad de obtener un retorno sobre la inversión más inmediato, en lugar de realizar apuestas multimillonarias en áreas de alta incertidumbre o proyectos de desarrollo a largo plazo", precisa.
Si bien la disminución en el volumen y valor de las fusiones y adquisiciones puede parecer una señal de recesión en la actividad, algunos expertos sugieren que esta puede ser una etapa transitoria. "El sector farmacéutico sigue siendo uno de los más dinámicos en términos de investigación e innovación, y la consolidación a través de adquisiciones continúa siendo una estrategia clave para muchas grandes farmacéuticas", defiende el documento. Además, menciona que la acumulación de capital en las grandes compañías sugiere que existen fondos disponibles para que las adquisiciones aumenten nuevamente cuando las condiciones sean favorables. "La clave para un repunte en la actividad de fusiones y adquisiciones podría depender de factores como una estabilización en los mercados financieros y un entorno regulatorio favorable para la industria", expresa. Asimismo, concluye que la revalorización de compañías más pequeñas, muchas de las cuales desarrollan innovaciones en áreas emergentes como las terapias génicas, podría motivar adquisiciones más significativas en el mediano plazo.
Fuente: El Global