Los sistemas sanitarios europeos se encuentran sometidos a una gran presión para gestionar los costes crecientes asociados a cambios demográficos, las cada vez mayores expectativas de los pacientes y la llegada de innovaciones llamadas a atender necesidades médicas no cubiertas. En los últimos años, y desde la perspectiva de los pagadores públicos, la innovación ha ganado puntos como el principal impulsor de la factura sanitaria. Esto, a su vez, ha avivado la creencia general de que el gasto farmacéutico será insostenible a menos que se adopten nuevas reformas. Pero, a tenor de las conclusiones de un estudio elaborado, entre otros, por los economistas Jaime Espín y Jorge Mestre, el león podría no ser tan fiero como lo pintan.
Los formuladores de políticas preocupados por la sostenibilidad del gasto farmacéutico podrían encontrar cierta tranquilidad con la lectura del artículo Projecting Pharmaceutical Expenditure in EU5 to 2021: Adjusting for the Impact of Discounts and Rebates, publicado en la revista Applied Health Economics and Health Policy. El pionero trabajo de estos investigadores —que por primera vez han ajustado las previsiones de gasto hasta 2021 de cinco de los mayores mercados de Europa teniendo en cuenta los descuentos y las rebajas fruto de los acuerdos bilaterales con la industria a nivel nacional— concluye que el gasto farmacéutico está bajo control. Su crecimiento real, o neto, será menor que el que arrojan los precios oficiales (los que se utilizan en el SPRI, el Sistema de Precios de Referencia Internacional).
En el caso de España (ver gráfico), la previsión en base a los precios oficiales apunta a que, entre 2017 y 2021, el gasto farmacéutico crecerá a una tasa anual compuesta de crecimiento (CAGR) del 2,5 por ciento. No obstante, si se tienen en cuenta los descuentos y rebajas, el gasto neto sólo se estará incrementando hasta el 1,1 por ciento, según los autores. Lo mismo ocurre en el caso de los otros países analizados: las previsiones de gasto pasan del 1 por ciento al 0,6 por ciento en Francia; del 3,2 al 2 por ciento en Alemania; del 3,2 al 1 por ciento en Italia; y del 3,8 al 2,3 por ciento en Reino Unido.
Frente al crecimiento del 2,9 por ciento previsto en función de los precios oficiales, las previsiones agregadas de estos países arrojan un incremento del gasto farmacéutico neto del 1,5 por ciento hasta 2021 en la UE-5, “en línea con los ratios de crecimiento económico a largo plazo”, como recuerdan los autores.
Esta brecha entre el gasto farmacéutico oficial y el gasto farmacéutico real se deja ver desde hace años (datos históricos del gráfico) y está llamada a ampliarse, según los autores, por dos motivos fundamentalmente. Uno es el creciente uso del SPRI, que ofrece incentivos a varios niveles para seguir manteniendo el carácter confindencial de los descuentos.
El impacto de los descuentos
Otro factor tiene que ver con el volumen/tamaño de los descuentos asociados a determinados productos. El periodo 2015 y 2016 ofreció un ejemplo paradigmático, con la introducción de la nueva generación de tratamientos para la hepatitis C, con descuentos sustanciales en algunos países. Y las previsiones incluidas en este estudio creen que, para 2021, los niveles de los descuentos representarán el 20 por ciento del gasto farmacéutico oficial en España; el 12 por ciento en Francia; el 17 por ciento en Reino Unido; el 18 en Alemania y el 21 por ciento en Italia. Sumado a ello el efecto del exceso en los techos de gasto, que se espera que haga aumentar las devoluciones de pagos por parte de la industria, el aumento de la tendencia divergente en los precios está servida.
Fuente: El Global